El tiempo es efímero.
Desde que éramos niños soñamos
con crecer, con alcanzar cimas improbables de montañas que inspiran dedicación,
actos que nos apasionan y creemos que solo los podremos conseguir si nos
dedicamos a crecer. Pero muchas veces no es sinónimo de avanzar. Seguimos
siendo ese niño rebelde que lee bajo las mantas con una linterna que poco
alumbra pero su emoción es capaz de iluminar todos sus anhelos.
Ese niño va quemando etapas,
pasando página, cerrando capítulos,
abriendo puertas a lo desconocido. Aprende a correr tras sus sueños. Hasta alcanzarlos.
Descubre lo que es el amor por primera vez. Y por segunda. Y aunque dicen que a
la tercera va la vencida habrá que seguir intentándolo. Y por fin llega, cuando
menos lo esperas, cuando permites que las cosas simplemente sucedan. Encuentras
a esa “una entre 7 376 471 981”.
Y decidís cometer la locura de casaros. Porque el amor en si es algo totalmente
incoherente. Pero compensa. Y el tiempo avanza, los días pasan y pesan.
Cuentan. Cuentan las miradas cómplices, las sonrisas llenas de promesas en
silencio, los deseos más profundos, la cuesta arriba. Valen para continuar en
este divertido y ajetreado viaje de la vida.
Acaban
por llegar los niños. Primero la niña, cabezota, decidida, luchadora, soñadora
y dulce. Más tarde llega el niño, deportista, simpático, sociable, inteligente
y espabilado. Y una vez con la parejita el camino continua.
Dicha
aventura no ha acabado. Queda mucho por aprender, por recorrer, por vivir. Porque
la vida es una aventura por la que merece la pena arriesgar. Dejarse la piel en
el asfalto y apostar el resto a una sola carta ganadora.
Me
has enseñado que no hay nada que se le resista a una actitud positiva. Que lo
que se puede soñar se puede lograr. Que de todos podemos aprender, porque la
vida es un aprendizaje continuo. Un día sin sonreír, sin disfrutar, sin
aprender es un día desaprovechado.
Gracias
por enseñarme que en la vida hemos de compartir todo lo que tenemos, lo que sabemos
y lo que somos. Porque compartir es vivir dos veces.
Aquí va un adelanto del regalo:
Aquí va un adelanto del regalo:
Feliz
cumpleaños. Por los próximos sesenta. Te quiero.
Lorena
Burriel Catalán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario