martes, 3 de junio de 2014

El intermedio.


El punto justo entre los dos sería rozar la perfección. Mediar el corazón y la pasión. Equilibrar la balanza entre la lujuria y la razón. Buscar la manera más factible de no perder.

Me quedaría con tu locura, con tu desenfreno. Con tus habilidosas manos. Con tu intrépida lengua. Con tus noches sin planificar. Con los amaneceres en lugares de nombres impronunciables. El riesgo y la adrenalina. Que el tiempo se detuviera al entrar en contacto nuestra piel. Vivir a contrarreloj por no perder ni un orgasmo. Faltarnos a mordiscos. Continuar doblando esquinas, porque tenemos todo el mundo por conquistar. Recorrer el filo del acantilado rozando el vacío con la yema de los dedos. Puro desafío. Tu carácter. Como logras domar la fiera con solo una mirada. El control del descontrol. De ti, lo mejor, tu lado malo.

De él rescataría la inocencia. La pulcritud y la tranquilidad. Franqueza y comunicación. La seguridad que tanto me reconforta. La estabilidad de un mañana. Las cenas con un buen vino. Los paseos por la playa. Los abrazos que me protegen de la oscuridad. Los besos que me transportan a los brazos de Morfeo. Invertir.Invertir horas recorriendo el mundo a través de los clásicos del cine. Acariciarnos a distancia. Recuperarnos entre líneas. Avasallarnos a detalles. De él, lo mejor, su lado bueno.

Con uno la nevera estaría vacía, pero lo compensaríamos comiéndonos mutuamente. Hasta saciarnos. Con el otro la mente estaría repleta y la cama fría. Encontrar el punto medio sería lo conveniente. Arriesgar sobre seguro. Pero, ¿Qué gracia tendría el juego?

Llegará el momento. Quizás no sea hoy ni mañana. Pero llegará el día en que tenga que decidir. Decidir qué lado de la balanza pesa más. Y sé que voy a salir perdiendo. Elija a quien elija. Porque enfrentar lo mejor de cada uno solo puede sacar lo peor de mí.

Por eso estoy intentando vivir. Sentir. Dejarme llevar por la intuición. Porque hay momentos en que las listas no sirven para decantar la balanza. Lo único que pueden hacer es acabar rompiéndola. Porque quizás contigo llegué la estabilidad sin perder la magia. Quizás con el acabamos siendo pasionales sin perder la sensatez.


En la vida existen  tantas posibilidades que la única manera de averiguar cuál es la mejor opción es escoger  una y buscar el punto intermedio hasta encontrarnos. 

Lorena Burcat.

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