Seis meses después vuelvo a estar
con la maleta preparada camino al aeropuerto. Seis meses intensos, divertidos y
sin duda inolvidables. Hay muchos nombres a los que les he de agradecer mi
crecimiento, mi aprendizaje. Pero sobre todo a ti. No hubiera deseado mejor compañera
de borracheras emocionales. Gracias Andy por hacer que los días cuenten.
A tientas y al final hemos
acabado aceptando lo inimaginable. Aquello que aunque todos sabían nosotras seguíamos
negando a la mayor. La que hemos liado pollito, la que hemos liado. Pero es muy
reconfortante ver nuestras respuestas reflejadas en nuestros miedos. No existe
nada mejor que encontrar a aquel que te entienda en silencio. Que sea, a pesar
de todo, sincero. Estoy aprendiendo a creerme que no estoy sola. Que puedo
contar contigo. Saber que el delirio colectivo es mucho más divertido.
Dos semanas pasarán rápido. Volver,
volveré. Quizás un poco más loca. Aunque no sé si eso es factible. Y antes de
lo que nos imaginamos estaremos, de nuevo, suspirando por camareros irresistibles
que nos hacen dudar hasta de nuestras buenas intenciones. Riéndonos de nuestra adolescencia tardía. De
desaprovechar oportunidades con factibles por un futuro intangible con
posibles.
Pero eso es lo que nos hace
especiales. Seguimos perteneciendo a un exquisito grupo de unicornios. Y mira
que estamos dando guerra por permanecer en el. Me fascina la facilidad de evasión
de la realidad que tenemos.
Sé que va a ser un gran viaje.
Saber que hoy dormiré con Barcelona pesa. Cuenta para no hacer la estupidez de
quedarme en tierra. Si se enterara mi madre… Me voy con una maleta repleta de
buenas vibras, de deseos de disfrutar de verdad. Vivir la aventura desde
dentro. Alguno se debería preparar, ayer
me encomendaron una misión que cumplir. Si, va por ti trozo de hortaliza.
Haz(te)me un favor, disfruta como
si yo estuviera aquí. Cree en ti, en tus posibilidades. Deja de correr en contra
dirección. Arriesga. Acuérdate de mi cara si vas a cometer una locura. Hay
jugadores muy hábiles y músicos muy apetecibles. Si decides caer, cae. Pero con
alguien que sepas que luego te va a ayudar a levantarte. Que la fuerza te
acompañe. Y no permitas que él se olvide de mí.
Lorena Burriel Catalán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario