jueves, 12 de junio de 2014

Gatos callejeros.


Ojala me atreviera a emprender un nuevo vuelo. Sin miedo al no saber dónde vamos a aterrizar.

Nos pasamos la vida en estaciones, paradas y aeropuertos. Yendo de un lado al otro. E intentando en el transcurso de lo posible entender cuál será el nuevo paso. Que designio tendremos para mañana. Cuál  sería la respuesta adecuada para cada una de tus sonrisas.

Pero no queramos saber todo. Mantener un orden y un control hace que no nos podamos aventurar a sentir sin rechazar.


En solo cuatro segundos la eternidad puede despertar. Esperar. Encontrar. A veces cuando menos buscamos es el momento exacto en el que las musas hacen su aparición estelar. Por eso me niego a seguir buscándote entre los gatos callejeros. Porque cuando menos lo espere aparecerás en el reflejo de los escaparates. Haciendo que mi despertar sea amargo. Mis anocheceres irreemplazables. Y el vacío se convierta en mi nuevo acompañante.

Lorena Burcat.

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