jueves, 27 de marzo de 2014

Astros magnéticos.


Hay algo magnético en verte trabajar entre fogones. Magia verte mover al compás de los olores, de los sabor indescriptibles que estallan en tu paladar y te hacen sonreír. Es fascinante  la delicadeza con la que avanzas entre cazuelas y platos. Nadie diría que eres un armario. De esos empotrados. Perfecto para empotrar y hacer diluir las manecillas del tiempo al compás de nuestros cuerpos.

Desmentir a orgasmos que me pones. Del derecho, del revés. Que ya no sé por dónde  saldrá el sol mañana. Qué alguna hora debe ser. Que quizás la luna decida quedarse eterna a iluminar nuestras tardes lluviosas de domingo.

Piénsalo por un momento. No sería tan descabellado. Bañarnos bajo los influjos del astro. Con la oscuridad como aliada. Silenciados por la belleza de la nocturnidad. Sería como mantener un secreto luminoso bajo una tela transparente. Tan improbable de que no lo descubrieran como fascinante y excitante.

Son necesarias más aventuras que nos dejen sin aliento. Y si para ello hemos de provocar un eclipse eterno créeme que me aliare hasta con las estrellas.

Lorena Burcat.

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