miércoles, 19 de marzo de 2014

Eres pura inspiración.









Ilustraciones y fotografía: Irene Iglesias

La inspiración llega como las grandes historias de amor. De repente, sin avisar, sin preguntar. O lo acoges o lo pierdes. No hay segundas opciones. No hay plan B. No hay tiempo para mirar atrás y sopesar.

Escribe, pinta, canta, baila. Siente. Sonríe o llora. Pero, por favor, no te quedes inmóvil. Las oportunidades de impactar aparecen cada instante. Cada nota desafinada o cada mirada compartida puede resultar la siguiente obra de arte que conmueva a la humanidad.

Y eso me lo enseñaste tú. En silencio, despacio. Sin pretenderlo. Sintiendo cada palabra, cada espacio, cada duda.

Me enseñas que la pasión, la perseverancia y el amor por el trabajo son las herramientas para la búsqueda de lo improbable. Querer es poder. Amar es emocionar. Y vivir es expresar. Ilusionarse cada mañana como una niña con zapatos nuevos de claque. Haciendo repicar por las esquinas desoladas melodías del alma que resuciten las voces calladas.

Y sin querer nos volvemos a ver. A distancia. Y sigues igual. Quizás con alguna herida de guerra más. Pero las cicatrices alimentan al alma. Y tu arte alimenta el mundo. Enseñas a ver a los ciegos atreves del corazón y aprendes con los sordos a escuchar la melodía del tacto.

Porque eres una artista, y de las grandes. Porque un artista es aquel que da su amor al mundo envuelto en su magia personal.

Gracias por inspirarme.


Lorena Burcat.

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