Siempre he estado en búsqueda de la respuesta adecuada para
esta pregunta. Saber que soy. No como me llamo, ni de dónde vengo ni hacia
donde me dirijo. Aunque a la larga he acabado aprendiendo que esas preguntas también
forman parte del total de la respuesta.
Hace 159 días empezó esta
aventura. Cree este blog buscando una manera de poder encontrarme a mí misma.
De plasmar mis vivencias. Mis miedos. Mis retos. Mis victorias. Puesto que me
di cuenta que somos, por lo general, de dar por hecho que siempre recordaremos
los detalles que conforman nuestra personalidad. Dicen que nos podríamos definir
por las cosas que amamos y odiamos. Por lo que nos apasiona y lo que nos aborrece.
1. Soy mi familia.
El templo. El punto de
reencuentro, de retorno. Padres que te enseñan
que creer es crear. Que todo lo podemos lograr si es lo que realmente
deseamos. Hermanos que te ayudan a avanzar. A entender el real significado de compartir.
Con quien aprendes que si solo podemos llegar lejos, acompañados podemos
aprender por el camino. Primas que te ayudan en la búsqueda del verdadero
significado de amor. Las primeras con las que aprendes que la diversión solo
depende de la imaginación. Personas entrañables e inestimables compañeras de viaje.
Donde sé que nada malo me puede pasar. Dónde sé que puedo volver a empezar. Dónde
entender el valor de que creer es crear. El hogar donde aprendí el verdadero significado
de amistad.
2. Soy mis amigos.
La familia elegida. Son un pilar
fundamental de mi vida que constituyen parte de mis alegrías, mis victorias,
mis miedos y mis deseos más ocultos. Partes fundamentales que aun separadas en
la distancia son espectaculares.
Personas con las que encontrarnos en algún punto
remoto del mapa como modo de vida. Personas espectaculares llenas de vida y
pasión. Personas comprometidas y entregadas con nosotras, luchadoras. Personas
paradas y escépticas que me enseñan que el verdadero valor reside en encontrar
el punto medio, eso y el significado real de “fangirlear” Personas dulces e
inocentes que te hacen creer en la verdadera pureza. Personas alocadas y divertidas
con las que soy capaz de reconstruir el imperio Romano. Personas con las que el
tiempo no cuenta perdidas en terrazas de ensueño recorriendo nuestra querida
Barcelona.
Algunos acaban de llegar, otros
ya no están. Pero sea en el punto que sea sí aparecieron fue para darme una
valiosa lección, y eso es con lo que me quedo. Son una parte indispensable de
mis proyectos.
3. Soy mis proyectos.
Cada desafío al que me enfrento. Cada
reto. Cada deseo o cada anhelo de mejorar, de retarme a mí misma y vencer. Cada
punto en mi recorrido que me ayuda a avanzar y a comprometerme en un mañana. Aquellos
que me permiten entender el valor de fracasar.
4. Soy mis fracasos.
Porque estos también cuentan en
quienes somos. Películas que no salen, guiones que no sirven, personas que nos
comen. Todas estas cosas configuran una parte importantísima de nuestra
persona. Un fracaso es un nuevo desafío a mejorar nuestra formula. Una
oportunidad más de volver a empezar. De aprender que no hemos de rendirnos,
solamente reinventarnos. Aquellos que nos permiten seguir viajando.
5. Soy mis viajes.
Lugares que marcan un punto de inflexión
en mí. Sitios donde perderme para volverme a encontrar. Calles de París donde
se quedó mi niña interior intentando encontrarse entre tantas luces. Monumentos
que hablan por sí solos. Rincones de Brujas que me devuelven a mundos paralelos.
Bogotá, donde aprender el verdadero sentido de la supervivencia. Londres, la américa
europea donde los sueños se pueden lograr. Barcelona me evoca a casa, a
felicidad. Y contra eso nadie puede ganar. Parajes que me permiten seguir
soñando.
6. Soy mis sueños.
Cada deseo hace que de un paso
más. Dejarme llevar. Creatividad desbordante. Saber que puedo contar conmigo
misma para conseguir todo aquello que me proponga. Que el único limite es
nuestra mente. Que el reto consiste en plantarle cara a nuestros miedos. Que si
queremos, podemos. Los sueños son los que construyen nuestros sueños.
7. Soy mi futuro.
Todo lo que está por llegar. Lo
que vendrá. Lo que ya está ocurriendo. Cada amanecer significa una nueva
oportunidad para mejorar. Para continuar escribiendo nuestra propia historia.
Es imprescindible saber cuál es nuestra meta para poder llegar. Peor que los obstáculos
del camino no nos hagan dudar. Podemos conseguir todo aquello que deseemos
porque tenemos la libertad de imaginar. El poder de arriesgar y cumplir con
nuestras expectativas.
8. Soy mis expectativas.
Una casa enorme de techos
intocables. Un velero recorriendo el mediterráneo. Sobremesas eternas. Bailes con
desconocidos que nos transporten a mundos paralelos. Vivir entre París, Inglaterra
y Barcelona. La ruta 66 en Cadillac descapotable. Descubrir mi inspiración en
manos de lo desconocido.
9. Soy todo lo desconocido que me
inspira.
Aquel señor mayor que me explico
que para él la felicidad era seguir viviendo. Aquel atractivo desconocido al
que jamás me atreví a preguntarle el nombre y que ahora he de inventarme su
identidad para poder continuar. Lugares etéreos que nos permiten seguir
soñando. . La niña que me hizo entender el verdadero significado de ser única.
10. Soy.
Mi pasado que me ayudó a
continuar, el presente que estoy viviendo y el futuro que me voy a encargar
cuidadosamente de construir. El conjunto inexacto de todo lo que me hace feliz.
La búsqueda del significado real de SER. La lucha por descubrir mi cometido.
Perseverancia, entrega, pasión y dulzura. Carácter y fuerza. Leal, desordenada
y demasiado dura conmigo misma.
Poco a poco seré capaz de cubrir por completo quién soy. Nos vemos la semana que viene con más. Hasta entonces seguid buscando quienes sois o quienes queréis ser. La respuesta solo la tenemos nosotros mismos. Sed felices.
Lorena Burriel Catalán.
Simplement m'encanta! Ja en sabies una barbaritat de escriure quan estavem al seminari però això ja es lo màxim!! Magrada molt aquet bloc, seguix aixina! Una abraçada.
ResponderEliminarMoltes gracies. Sapiguer que el que m'apassiona fer agrada a altres es un enorme incentiu. Un abraçada :)
Eliminar