viernes, 31 de octubre de 2014
jueves, 30 de octubre de 2014
I miss you
Despertarse tras una espantosa e
intensa noche y al revisar el buzón de entrada del email sonreír como si me
hubiera tocado la lotería. Y en parte es así, tengo amigas que ni todo el oro
del mundo.
Porque hay mujeres que se ganan a
pulso convertirse en indispensable, inolvidables e irremplazables. No hay mejor
compañera de piso. De esas que con una mirada saben cuándo es momento de sacar
el repertorio para sacar sonrisas. Personas capaces de cambiar el enfoque, y
convertir los problemas en oportunidades. Errores que acaban convirtiéndose en
lecciones de vida.
Grabé a fuego y con sangre la sensación
tan gratificante de ver la felicidad en ojos ajenos. Porque aunque nos separen
los kilómetros los recuerdos siempre nos unirán. Porque hay cosas superiores a
las distancia, al tiempo y al olvido.
Será poco pero creo que valdrá el
café de estas navidades. Mucho que contar en poco tiempo. Habrá que empezar a
aprender a sintetizar, aunque sea como sea lo importante es la compañía, y
saber que a pesar de todo seguimos corriendo tras nuestros sueños hasta
alcanzarlos.
Gracias por recordarme que nunca
estamos solas. Nunca lo olvides. Yo también extraño esas pequeñas cosas tan
nuestras que marcan la diferencia.
I miss you.
Lorena Burcat.
miércoles, 29 de octubre de 2014
A dos calles
Hoy estoy a dos calles.
Es absurdamente curioso cuanto
puede cambiar una misma historia en cuestión de treinta segundos. La diferencia
de arreglarte e ir o quedarte en casa con las chicas mientras la tormenta se
cierne sobre Bradninch. El cambio que hubiera supuesto encontrar un taxi
aquella mañana que me llevara hasta sus brazos. Cuan diferente sería la
historia si yo me hubiera creído, aunque hubiera sido un instante, que de
verdad le gustaba. Que por fin para alguien no era un estúpido juego más. Pedía
algo que marcara la diferencia y cuando lo encontré fracasé por asumir que eso
tan maravilloso no me podía estar ocurriendo a mí.
Esta noche está siendo una gran
noche. La casa está a rebosar, las risas y las botellas se multiplican y se vacían
estrepitosamente. Todo el mundo parece estar divirtiéndose y yo solo me puedo
centrar en la ausencia de alguien que hace cuatro meses ni existía y que a día
de hoy ha desaparecido dejando un rastro de resentimiento y culpabilidad. Todo
por no querer apostar, no fuera que mi orgullo quedara magullado durante el
transcurso.
Hoy estás a dos calles de mí, y
te siento demasiado lejos. A este lado del parque todo me sigue pareciendo monótonamente
gris.
Lorena Burcat.
martes, 28 de octubre de 2014
Veladas improvisadas
Parece que sea ahora. Recuerdo esa noche como si en este
preciso momento estuviese ocurriendo.
Al otro lado de la ventana la tormenta empezaba a hacer su aparición
iluminando la oscuridad insólita a las cuatro de la tarde. En casa me seguía debatiendo
si ir corriendo al supermercado más cercano o sobrevivir lo que quedaba de día
con las escasas provisiones con las que contaba en casa. Un par de huevos,
algunas galletas digestivas blandas, un par de quesitos, algo de chocolate y
una botella de whiskey. Todo muy saludable y nutritivo.
Tras media hora mirando al infinito divagando por la desértica
cocina decidí que la mejor opción sería invitar al vecino de enfrente a ver una
película y con la excusa que trajera algo de comer. Así mataba dos pájaros de
un tiro, y todo sin prácticamente moverme del sofá.
Al cabo de media hora Alex llamaba a la puerta con pizzas de
pepperoni en una mano y Casablanca en la otra. Perfecto. No tenía intención de
no hacer otra cosa que no fuera ver la película hasta el final y tras ello
despedirnos muy cordialmente, cual costumbres inglesas y acabar de pasar la velada
hecha un ovillo en el sofá viendo alguna reposición absurda comiendo quesito
untado en galletas y bebiendo de la botella directamente aguardiente.
Digamos que aquel plan hizo aguas por todas partes. ¿Vosotros
habéis visto la película? Porque yo no. Creo que me quede en la escena inicial
de la cantina. Acabé compartiendo una diminuta cama de noventa con un tío que
superaba con creces el metro ochenta. Las pizzas acabaron abandonadas frías y algo
quemadas en una esquina del salón. Acabamos cenando besos, caricias y alguna
que otra propuesta indecente. Nada saludable pero muy entretenido.
Será que la tormenta que se debate en irrumpir mi
tranquilidad me ha hecho despertar viejos recuerdos de veladas improvisadas. De
esas que hacen que los planes de última hora sean los más valorados. Es extraño
hallarme sentada en medio de la cocina rebosante de comida. Hoy podría invitar
a un regimiento a cenar y aun podría comer mañana sin problema alguno. Y a
pesar de que hoy sí que puedo aprovechar y cenar tranquilamente viendo una
reconfortante película, de lo único que tengo ganas es de acabarme todas las
provisiones para tener una excusa para llamarte de nuevo. Pero esta vez olvídate
de la cena, el postre ya te está esperando en casa.
lunes, 27 de octubre de 2014
Felices dos patitos
Supongo que escriba lo que
escriba no harán justicia a tantos momentos y recuerdos. A tantas experiencias
y aventuras que he vivido junto a ti y que en mayor o menor medida me han hecho
seguir creciendo.
Ya puedes aprovechar estas
palabras porque no creo que vuelva a reconocer por escrito cuanto te quiero.
Hace muchos años apareciste en mi vida dispuesto a hacerme cuestionar más de
una afirmación existencial y aun ha día de hoy sigues molestando que da gusto.
Eres un hombre, aunque tengas la
suerte de que te trate como si fueras una mujer, excepcionalmente divertido. Un
tío que sabe lo que quiere y no tiene miedo de ir a por ello. Es imposible que
la monotonía este ligada a tu nombre y que el silencio incomodo impregne tu
historia.
Se, me consta, que a veces
pierdes la paciencia con mi escepticismo ante los hombres. Puedes llegar a desesperarte
con mis afirmaciones rotundas, pero en el fondo nos entendemos y es realmente
entretenido intentar hacernos perder los papeles mutuamente.
Disfruta de esta aventura. Ríete
como si no hubiera mañana. Recuerda que más vale pedir perdón que permiso. Y
sobre todo ama con una intensidad desbordante. Hasta que duela, hasta que
sangre. Porque al final del camino lo único que nos quedara serán los recuerdos
que hemos ido construyendo a base de amar a la vida.
Felices dos patitos.
Mariloren.
viernes, 24 de octubre de 2014
jueves, 23 de octubre de 2014
Que vivan los novios
Hoy seré breve. Porque la ocasión
bien lo merece.
Gracias por cada indicación errónea,
por cada contradicción que reflejaba tu rostro. Gracias por cada duda nueva que
me surgía al intentar leer la verdad de tus ojos. Gracias por lo que dejamos atrás.
Por lo que nunca llego a pasar, por aquello que jamás vendrá. Ese destino no
era el nuestro. Compramos el mismo billete de ida, pero tú decidiste regresar y
yo me quede comprobando como continuaba la aventura. Pero esta vez sin ti. Y
aunque apostamos sabiendo de antemano que perderíamos la cosa salió bien.
Porque bien es cierto que perdimos el futuro en común pero nos reencontramos
con esa parte nuestra que habíamos ido olvidando al concentrarnos en la parte
figurativa del contrato prenupcial.
Te deseo que esta vez funcione.
Que lo hagáis funcionar. Porque el amor es una carrera de fondo, lo importante
es ir renovando cada día la ilusión, porque déjame decirte que la magia se
acabará. Por eso os deseo que encontréis vuestros sueños en cada atardecer, que
sonriáis al amanecer y comprobar que seguís unidos. Espero que descubráis que
la felicidad no depende del otro, pero que los malos tragos se digieren mejor
si os tenéis al lado.
Por eso, y porque el amor, a fin
de cuentas, lo puede con todo… ¡Que vivan los novios!
Lorena Burcat.
miércoles, 22 de octubre de 2014
Mañana me caso.
Si mañana me casara de lo único de lo que me preocuparía es de sonreír. Ser feliz. Porque cuando las cosas las hacemos de corazón, con pasión e ilusión lo único que puede acontecer es que acabemos hechizados por la magia del momento.
Ese día me levantaría con la
calma, con mucha calma. Dejemos los nervios para mañana. Desayunaría con mi
madre y mi hermana. Hablaríamos descalzas rememorando viejas historias
entrañables, de esas que hacen que el tiempo cuente.
Disfrutaría recorriendo las
calles inspiradoras de Barcelona. Da igual si me casara en Ravello, Mykonos o en
San Remo, ese día mi ciudad estaría solo a dos pasos de mí. Me dedicaría a
perderme, mañana ya hablamos de los reencuentros.
Me encandilaría mirando una y
otra vez mi regalo de pedida. Me encantan los anillos, y lo que evocan. Las historias
fascinantes que se producen a su alrededor. El amor condensado en una sortija.
Sin embargo, no es lo que quiero. Es un símbolo precioso, pero no para mí, no
ahora. Me fascinaría un par de entradas para el concierto de año nuevo de
Viena. Simple y contundente. Hay mucha historia detrás.
Dedicaría la tarde a leer
mientras mis pies chapotean en la piscina del hotel, o aún mejor, en la playa.
El mar en el horizonte y una horchata bien fría.
Por la noche me dedicaría a pasarlo
con mis amigas. Las otras locas con las que nos comprendemos con solo mirarnos.
Las adolescentes que han ido creciendo pero su inocencia y su ilusión sigue
intacta. No hay mejor plan que comer Kebab y macarons en el jardín del hotel.
Quizás no sea la combinación adecuada, pero si la perfecta para mí.
Porque al final el amor consiste
en eso. En avanzar con pasión, trabajar unidos para que funcione. Porque la mejor opción no existe, pero si mí elección.
Lorena Burcat.
martes, 21 de octubre de 2014
Sigamos preguntándonos.
Me repatea las entrañas que al
final de cuenta las respuestas siempre sean las mismas. Es como tratar de
reducir Paris al concepto de la Torre Eiffel, o afirmar que Barcelona es poco
más que Gaudí, la Sagrada Familia y la Barceloneta. Es implícito en ello que el
contexto reduzca a cenizas el contenido. Que los actos no figuren, se queden en
agua de borrajas y que lo que perduren sean palabras incoherentes escupidas una
noche de tormenta veraniega. Me duele que nos quedemos con aquello remplazable,
olvidable, saciable. Y nos olvidemos del prefijo IN. Aquel con el que, mágicamente,
las historias cambiarían de sentido decantando la balanza hacia el lado de
apostar por el corazón desdiciendo aquello de que mejor apostemos por lo
seguro.
Me sigo preguntando si es verdad
que el amor existe. Y si es así donde estará escondido. Dudo si será o no
cierto aquello de que al enamorarnos nos volvemos idiotas. Hay quienes se
atreven a afirmar que el amor mueve el mundo, derrumba barreras, salta
murallas, inspira, es arte. Otros reniegan de él. Porque amar solo nos lleva a
la insatisfacción de la felicidad fragmentada, a la búsqueda insaciable e
interminable de algo más que responda a la existencia del ser humano.
Cada vez voy descubriendo más
posibles respuestas a si el amor existe o es una mera ilusión para seguir
avanzando en los días grises. Creo que lo estamos haciendo mal. Jodidamente mal. Lo importante
no es encontrar la respuesta acertada sino seguir preguntándonos mientras
avanzamos.
Lorena Burcat
lunes, 20 de octubre de 2014
Otoño
Empieza una temporada de cambio.
Las hojas caen de los árboles para dar paso a unas nuevas hojas que crecerán dentro
de un tiempo atrayendo las miradas con sus vivaces colores. De mientras las hojas
secas que empiezan a cubrir el suelo con un manto de colores amarillentos me
inspiran a verdades.
La verdad de historias ficticias
que durante la temporada del verano no nos atrevimos a confesar. Un otoño que
llega tardío trayéndonos dolores de cabezas. Haciéndonos escupir sinceridad
como si retenerla en nuestro interior empezáramos a arder.
Me gustas. Era tan sencillo que
fui incapaz de decírtelo. Me dolía el orgullo que fuese la primera en rendirme.
En pedirte una nueva oportunidad tras ese fatídico domingo de malentendidos
absurdos.
Siento que esto no debe ser el
final. No puede acabar todo tan repentinamente. Nuestra historia fue demasiado
de película de Hollywood como para que acabe siendo el guion de una serie B.
Con el otoño todo muda de color. El ambiente rejuvenece y el frío empieza a hacernos entender el calor del hogar. Sea como sea solo clamo para que esta
nueva estación me de la señal que ando buscando para saber si esta aventura
tiene continuación o hace tiempo firmamos el punto y final.
Lorena Burcat.
viernes, 17 de octubre de 2014
Peter pan
El sol empieza a hacer su aparición
mientras la luna despide su función nocturna hasta el próximo atardecer cuando vuelva a saludarnos dándonos la
bienvenida a nuestro tiempo de mentiras y falsas expectativas.
Somos de los que recreamos farsas
absurdas. Corremos inconscientes mientras desnudamos sin pensar en el mañana
nuestras almas carentes de virtudes. Olvidamos los pasos despreocupados que
hemos dado trazando un camino de manipulaciones virtuales hasta acabar arrodillándonos
ante el altar de figuras ilustres. Despreocupados reanudamos escenas de amor
carnal implícito ocultando nuestras creencias por miedo al que al hablarnos mirándonos
a los ojos pueda revelar algún sentimiento que pretendemos acabar anulando por
no parecer que somos cuerpos frágiles que se mueven por impulsos eléctricos.
Los días en los que parecíamos perros
buscando cobijo entre brazos inertes van llegando a su fin. Y no sé si eso me
gusta. Realmente me asusta que cada vez se acerque más el momento donde
colocarnos ante el gran espejo y ver reflejados nuestros días de vino, rosas y
espinas. Valorar nuestros actos. Juzgar nuestras elecciones tal y como un día
nosotros decidimos juzgar a los otros mediante primeras impresiones.
Tenemos sobrevalorado el tiempo
que destinamos a permanecer juntos, que no unidos. Sé que es mi fallo permanecer
junto a ti sin querer reconocer que más pronto que tarde desaparecerás y volveré
a quedarme sin nada, como casi siempre. Porque siempre olvido que las dudas que
tengo contigo no son infundadas por no querer dormir con la felicidad. Debería
empezar a reconocer que no habrá un mañana juntos. Porque necesito seguir
avanzando y tú te prometiste que serias por siempre Peter pan.
Lorena Burcat.
jueves, 16 de octubre de 2014
Pasos de gigantes.
Hay días que suponen un antes y
un después. Cambios imprevistos que hacen que nos demos cuenta del valor real de
tener personas que nos apoyan y nos valoran. Saber que el camino se puede
volver tosco y peligroso pero siempre habrá alguien dispuesto a darte la mano y
a ayudarte a continuar.
Hoy es de esos días que
aparentemente todo esta genial, pero en el fondo necesitas un abrazo, aunque sea
a distancia, y que te digan que todo va a salir bien. Pero todo saldrá bien a
expensas de nuestro trabajo, ilusión y pasión. Creer que lo valemos es el
primer paso para conseguir aquello que nos propongamos, pero las oportunidades no vendrán a llamar a
nuestra puerta por muy idóneos que seamos para ellas.
Hay que ser capaz de crear
nuestras propias oportunidades. Ser los constructores de nuestro propio camino
de baldosas amarillas hasta llegar al destino preestablecido. No debe ser fácil,
yo apenas estoy empezando a trazar el recorrido, pero es fundamental para
llegar. Seguramente durante el trayecto viviremos aventuras extraordinarias que
poco podíamos imaginar y permitirán que nuestros planes cambien ligera o drásticamente
pero eso es lo que hace realmente interesante la vida.
Hemos de abrazarnos a la idea del
punto final y trazar el recorrido entre los puntos que son necesarios ir
uniendo hasta conseguirlo. Puede parecer un mundo pero en el fondo todo es empezar.
Proponernos conseguirlo e ir a por ello. Si nos damos la oportunidad de
intentarlo veremos cómo sin darnos cuenta avanzamos a pasos agigantados hasta
conseguir nuestros sueños.
Pero lo fundamental, aquello que no podemos olvidar bajo ninguna circunstancia lo más importante es lo que aprendemos durante el camino para poder acabar
construyendo un nuevo principio cuando lleguemos a la meta.
Lorena Burcat.
miércoles, 15 de octubre de 2014
Superhéroes
Unas palabras de más pueden
provocar que tu teoría conspiratoria sobre los hombres se reduzca a nada. Pocas
cosas me fascinan más en la vida que tener conversaciones que me hagan
replantear afirmaciones que daba por sentenciadas.
Soy de las que creo que no existe
la persona idónea, todo depende del momento y del contexto. La pareja perfecta
se crea basándonos en las imperfecciones que lejos de alejarnos nos fortalecen como
futuro en común. Seguro que sería más sencillo si naciéramos con un número
determinado y todo el trabajo que habríamos que hacer es encontrar el otro
igual. Aunque es igual de cierto que entonces haríamos desaparece el poder de
la seducción, los pasos previos, los nervios incipientes de las emociones que
florecen.
Nos empeñamos en que la pareja
perfecta existe. Un caballero de brillante armadura, un príncipe azul que no
destiña al tercer lavado. Aquel capaz de hacernos comprender la relativización del
tiempo y el espacio. Alguien que nos conquiste desde el respeto, la comprensión
y la tolerancia. Que realmente eso debería ser la base de cualquier relación. Pero
preferimos centrarnos en hallar la formula exacta para que el héroe del cuento
aparezca a rescatarnos cuando ni nosotros mismos sabíamos que necesitábamos alguien que nos proteja
y nos diga que todo va a salir ver. Quizás parte del problema reside en que no
somos capaces de comprender que lo que buscamos puede estar más cerca de lo que
pensamos.
Porque al final los superhéroes no
son más que simples mortales dispuestos a hacer cualquier cosa por amor.
Lorena Burcat.
martes, 14 de octubre de 2014
TOCAR FONDO
Hay días que necesito caminar
descalza por el filo del acantilado. Mirar hacia el infinito y que el vértigo se
apodere de mis sentidos. Despeinarme. Sentir el viento helado refrescarme las
ideas. Perderme en el horizonte.
Supongo que eres la única referencia
que tengo a la que me puedo aferrar para resolver mis dudas. Mis huecos en
blanco. Te has convertido en mi examen de verdadero o falso. Aprender o recaer.
Una única opción de vivir aquello que hace tanto que deseo. Una única oportunidad
que acaba de fraguar una brecha irreparable. Una fractura en la lista de deseo irreemplazable.
Cuando sientes que tocas fondo
crees que es el final. Que después de ti ya no hay nada más. Pero en la vida
cuando te hundes pasa como cuando te lanzas a la piscina. Al principio te
angustias por no saber cómo volver a la superficie. Caes y caes. Te dejas
llevar hasta que tocas fondo. Y cuando crees que no puedes más, que no habrá
otro igual, en ese preciso instante te das cuenta que lo único posible a partir
de ahora es propulsarnos hasta resurgir.
Lorena Burcat.
lunes, 13 de octubre de 2014
(IM)POSIBLE
Es importante saber que todo es posible.
Es vital tener un PLAN. En mayúsculas.
Recordarnos cada día que queremos, porque. A veces el camino es un tanto largo
o costoso y se nos puede olvidar la razón del porque todo ese esfuerzo. Dejemos
por escrito nuestros sueños. En el momento en que creamos que es improbable
podremos hacer frente a nuestros miedos y encontrar la respuesta. Porque,
muchas veces, el problema reside en que no sabemos hacer las preguntas exactas.
Acertar en la ecuación que debemos aplicar puede solventar algún que otro
conflicto que tengamos pendiente.
Muchas veces he escuchado que
para ganar hay que sufrir. “No pain, no gain”. Creo que andamos un tanto
equivocados. Quizás es necesario mirar
con perspectiva nuestra trayectoria y replantearnos con que queremos llenar los
huecos en blanco. Invertir en conocernos. Entender como hemos llegado hasta aquí,
y sobretodo que necesitamos hacer para conseguir alcanzar nuestra próxima meta.
A veces nos obcecamos en llegar el final y no nos permitimos disfrutar el
trayecto. Hacer un alto en el camino y dejarnos llevar.
Para vencer hay que crecer.
Lorena Burcat.
viernes, 10 de octubre de 2014
Deudas infinitas.
Supongo que siempre te lo deberé.
De una forma u otra me permitiste vivir una historia que hasta entonces solo me
había atrevido a soñar. Me diste un billete de ida a lo desconocido. Abriste mi
apetito de lo prohibido. Me descubriste la verdadera sensación de querer descubrir
que sucederá hasta llegar a mañana.
El problema es que estaba tan
emocionada que no me pare a leer la letra pequeña de nuestro contrato verbal. No
fui consciente de que el billete de regreso lo debía abonar yo. Tampoco supe
ver el alto precio que iba a pagar por despegarme de tus brazos, olvidarme de
tus caricias y hacer caso omiso a mis ganas locas de perderme al sur de tu
ombligo. Créeme que ambas cosas sigo abonando su coste total a base de lágrimas,
suspiro enlatados y noches de insomnio perturbador.
Siempre me advirtieron que si un día
me daba por dar portazo a una historia previsiblemente de amor fuese consciente
de que si me apetecía regresar quizás la puerta no se abriera o directamente
hubiera desaparecido, y con ella cualquier ínfima oportunidad de contarte la
verdad.
Verdad que ni yo a estas alturas
he sabido encontrar.
Aun no se el propósito de querer
regresar al punto inicial donde me di por vencida hace dos meses. Quiero creer
que es para saldar la deuda. Aunque ignorándome en el momento que más
vulnerable era creo que puedes darte por más que pagado. Por si acaso no es
suficiente y nos encontramos en otra vida para compensar lo debido estaré
esperando con un café en una mano y un par de buenas razones en la otra.
Lorena Burcat.
jueves, 9 de octubre de 2014
Regreso al inicio
El tiempo pasa y
perdura. Deja huella en el camino. Volver no siempre es la solución pero si el
refugio. Encontrar la esencia de nuevo entre las cuatro paredes de lo que
nosotros determinamos como hogar.
Sentir la duda de
si algún día al regresar todo seguirá intacto, tal y como lo dejamos. Siento
decirte que es imposible. Llegaremos con otra mirada, con un corazón reforzado,
tal vez lastimado. Apreciando matices inexistentes al ojo humano pero que
persisten en la lucha hacia lo infinito.
Y cuando ese día
llegue, porque llegara, cuando sintamos que empezamos el viaje de vuelta al
inicio nos daremos cuenta de lo poderosos que somos. Nadie nos podrá parar. Y
pase lo que pase nunca estaremos solos, siempre podremos contar con nosotros
mismos.
Dejarnos la piel,
sudar sangre, clavar los dientes. Todo será poco para ser.
Ser la mujer, la
luchadora, la de la mirada dulce. La amiga y confidente. La que un día va a ser
madre y amante. La divertida, observadora y detallista. La que se sulfura rápidamente.
La que se lo toma todo a la tremenda. La soñadora, la intensa, la apasionada.
La hija, la que persiste, la que vence.
Porque la felicidad
es palpable mientras ponemos rumbo hacia casa. Porque quizás el camino sea
incierto, dudoso, difícil. Pero el precio será muy bajo por poder vivir la aventura de descubrir quiénes somos. Nada
comparado con el sabor de la victoria al echar la vista atrás y ver que lo
hemos logrado.
Lorena Burcat.
miércoles, 8 de octubre de 2014
Levitando.
Me siento cohibida. Intento
recapacitar. Siento que a veces pierdo el sentido y me siento tuya, y recuerdo
que las personas no se poseen, simplemente te ganas el privilegio de que
alguien este a tu lado. Nada más. Pero entonces llegas tú y con un simple roce
me haces suspirar. Los días dejan de pasar, de pesar y empieza la
cuenta atrás hasta levitar.
Intento meditar cual es la
solución a este enfrentamiento sin
sentido. Esta discordancia de sentimientos. Asimilar que esto también pasa. Que
el sentido de la vida reside exactamente en el punto inconexo que hay entre lo
que queremos y lo que debemos.
Si dijera que llevo tres noches
en vela poco me equivocaría. Hago y deshago mil teorías. Las ordeno en listas absurdas
y un tanto inservibles. Desde las más descabelladas hasta las más coherentes.
De las probabilidades que existen. Me asombro de lo absurda que me pongo haciendo listas,
intentando encontrar el punto donde la balanza se decanta.
Pensándolo en frío y antes de que
me vuelvas a calentar y que las ideas se me empañen será mejor que nos alejemos.
Que tomemos distancia. Un punto y aparte. Un despedida que compense las lágrimas
que las consecuencias acarrearan. Un hasta luego hasta esta noche. Porque mi
gata interna al aparecer la luna hace de la suyas y vuelve para remover mis
emociones y hacer que levite mientras tú me deleitas aunque sea con mentiras
camufladas en caricias.
Lorena Burcat.
martes, 7 de octubre de 2014
Verdades a medias
Ocultar verdades es como tener
las medias con carreras. Crees que no se harán más grandes. Sabes que están ahí
pero intentas disimular, no hay tiempo para cambiarlas por otras. Solo podemos
rezar porque nadie se dé cuenta y si nos las acaban viendo esperemos que con
una media sonrisa se pueda solventar. No mentimos pero es igual de dañino decir
la verdad a medias, con la boca bien pequeña y mirando hacia otro lado. Acabamos cayendo en una carrera a contrarreloj
de obstáculos e incertidumbres. De sentimientos agolpados que necesitan salir a
la luz. Emociones contradictorias que amenazan con estallar en cualquier
momento.
Sabía que tu adiós escondía un
hasta luego. Deseaba que fuera fruto de mi imaginación. Intentaba creer que el día
que cerrarías tras de ti la puerta te marcharías para siempre. Suplicaba para
mis adentros que con tu último portazo te llevaras los miedos y las angustias.
No sabría marcharme pero si aprendía seria para no regresar. Con tu último beso
no tuve en cuenta que te fuiste sin ser
echado, por lo tanto regresarías sin previo aviso y sin pedir permiso.
Y volver, por el simple hecho de
echar de menos irse. Por recordar lo que fue y no quisimos continuar. Decías
que empezar de cero no era suficiente. Quizás fuera cierto. Pero por el simple
hecho de que nunca nos permitimos acabar como para plantearnos un nuevo
principio.
Siento la necesidad de escupirte
a la cara todas las verdades silenciadas por el miedo a perderte. A que contigo
se fuera un pedazo de mí y no lo pudiese recuperar jamás. Perderte el miedo y
explicarte que ahora soy yo la que
cambio de casa para que no puedas encontrar de nuevo la puerta por la que
amenazas salir y dejar otra vez mi vida hecha trizas.
Crecer es aprender a despedirse. Así
que gracias y hasta siempre.
Lorena Burcat.
lunes, 6 de octubre de 2014
Lunes post-resaca.
Creo que no llegaré a entender la
gente que afirma que hay vida antes del café de las nueve. Antes de eso de
persona tengo poco. Vida y media me cuesta arrastrarme hasta la ducha. Si es un
lunes quizás ni eso consiga. Digamos que el sábado se nos fue un poco de las
manos y ya no sé si esto es falta de sueño o que la resaca ha decidido
instalarse.
Aún sigo intentando reconstruir a
pedacitos alguna escena completa y coherente de nuestra última fiesta sin
suerte. Sofí me ha llamado por si me apetecía comer con ella. Creo que mi menú será
un par de flat whites en vena y una aspirina.
Si me cuesta acostumbrarme a
razonar antes del primer café, hacerlo tras dos noches apoteósicas el resultado
puede llegar a ser un desastre descomunal. Pero no hay mal que por bien no venga. Ahora
solo falta ponerle nombre y rostro al número de teléfono que he encontrado
escrito en el dorso de la cajetilla de tabaco.
No encuentro el momento oportuno
para acabar el trabajo y volver a casa a enterrarme en una montaña de mantas
mientras el diluvio universal se cierne sobre nosotros al otro lado del
cristal. Y tengo los acompañantes perfectos, pizza de pepperoni y helado de
chocolate.
Los lunes post-resaca no suelen ser
sencillos. Pero con sobredosis de cafeína y comida basura todo se lleva mejor.
Lorena Burcat.
viernes, 3 de octubre de 2014
Vamos a contar mentiras.
Quizás deba aprender a decirte
las cosas a la inversa por ver si así surge efecto.
Quizás debería empezar por el principio y
contarte que antes de empezar a escribir nuestra historia ya era consciente que
el final iba a llegar. Siempre supe que la soledad acabaría siendo mi única fiel
acompañante en el camino a la reconquista de mi misma.
No quiero más amaneceres en camas
separadas anhelando estar unos centímetros más cerca para poder rozar tu
espalda con mis dedos y verificar que no eres un sueño velado, que realmente me
quieres a tu lado. Ni siquiera recuerdo cada beso, abrazo y caricia que nos dimos
hasta el último lunes en el que decidiste no regresar. Jamás te perdonare que
pensaras que era yo la que pasaba, que me había cansado, que mi punto y final
contigo había llegado precipitadamente.
Debería contar alguna mentira
para reforzar mi absurdo discurso y prometerte que nunca te quise. Que cada vez
que me cantabas a grito pelado que el amor es la cura de cualquier mal y yo soy tu cura deseaba que te estuvieras
equivocando de destinataria. Necesito explicarte que jamás lo lograste, no supiste
hacerme ver las estrellas. Más bien hacías que todo se convirtiera en un
fundido a negro. Aventuras soporíferas por las que suplicaba que acabaran.
Te prometo que no voy a volver.
Que jamás fui tuya, ni creí que terminaríamos contando esta historia a nuestros
nietos. Te suplico que entiendas de una vez por todas que necesito que me hagas
caso y no recuerdes más a que sabían las tardes de invierno, a que olía la
primavera en mi cintura, ni las vistas al futuro que divisábamos en primavera.
Por favor, no insistas. Un nosotros jamás tendrá sentido.
Lorena Burcat.
jueves, 2 de octubre de 2014
Unicornio mío.
Dejar los patitos atrás no debe
ser fácil. Con ello se queda un año llena de experiencias inolvidables, viajes
incomparables, mudanzas que abren puertas a nuevas aventuras. Crecer es aprender
a despedirnos. A dejar de lado los lastres del pasado para seguir persiguiendo
nuestros sueños.
Creo que pocas personas me han
impactado más al conocerlas. Tu sinceridad desbordante y tu simpatía arrolladora
fueron suficiente para saber que eres una tía estupenda y que te ibas a volver
muy importante.
Londres fue nuestro primer
encuentro. Ahora mi ciudad protege tus objetivos. Deseo que allí encuentras al
Mr. Right que haga que merezca la pena ser la primera en abandonar el club. Más
que nada porque alguna ha de empezar, y nos veo a todas con mucha tranquilidad…
Como bien a dicho Andy te mereces a alguien un poquitín mejor que Bill, y créeme
que con tu desparpajo y tu carisma no será difícil.
Sé que eres feliz. Que estás
luchando por conseguir todo aquello que te apasiona, que hace que amanezcas
rebosante de energía, a pesar de lo que pueda parecer por tu voz en los audios
matutinos. Diviértete y exprime la experiencia. Te mereces lo mejor, y si haces
todo con actitud vencedora verás cómo los posibles fracasos acaban convirtiendo
en lecciones poderosas que te propulsen hasta la meta. Cuídate mucho. Atrévete
arriesgar bajo la magia de Barcelona. Love U.
¡Felices 23, unicornio mío!
Lorena Burriel Catalán.
miércoles, 1 de octubre de 2014
Feliz cumpleaños mamá.
La vida pasa tan deprisa que no
podemos perder el tiempo pensando Hay
que actuar, dejarnos llevar. Apasionarnos y arriesgarnos. Vibrar por nuestros
sueños. Siempre siendo coherentes y consecuentes. Esto es algo que he aprendido
de vosotros.
Gracias, gracias, y mil millones
de gracias. Tu misma me explicabas la importancia de ser agradecida. La
importancia de enfrentarnos a cada desafío con actitud positiva. Y aunque no
siempre es fácil siempre soy consciente de que nuestra actitud determina
nuestra altitud. Creer es crear.
La vida es un viaje constante. Un
periodo de aprendizaje y diversión. Un camino en compañía que nos enseña el
verdadero significado del amor incondicional. Hace poco más de veintidós años
me crucé en tu recorrido y has de saber que no tengo plan alguno de abandonar
nuestro proyecto en común.
Hay momentos inolvidables,
recuerdos imborrables, experiencias impagables. Soy una afortunada por poder
contigo. Por tu sabiduría, tú entrega, pasión y perseverancia. Eres un ejemplo de
mujer comprometida con tus sueños y con las personas que luchan por su
libertad. Eres una madre de bandera. Eres un ser maravilloso y excepcional.
Sé que la aventura solo acaba de
empezar. Que lo bueno está por llegar. Luchando y enfrentándote a tus miedos y
dudas me inspiras para que yo haga lo mismo. Y sé que contigo a mi lado todo lo podré lograr.
Gracias por tu apoyo, por estar, por permanecer, por ser una gladiadora, por
contar conmigo. Jamás creí que diría algo similar pero estoy orgullosa de que
seamos raras, poco comunes, y muy especiales.
Felicidades mamá. Feliz
cumpleaños. Te quiero.
Lorena Burriel Catalán.
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