miércoles, 15 de octubre de 2014

Superhéroes


Unas palabras de más pueden provocar que tu teoría conspiratoria sobre los hombres se reduzca a nada. Pocas cosas me fascinan más en la vida que tener conversaciones que me hagan replantear afirmaciones que daba por sentenciadas.

Soy de las que creo que no existe la persona idónea, todo depende del momento y del contexto. La pareja perfecta se crea basándonos en las imperfecciones que lejos de alejarnos nos fortalecen como futuro en común. Seguro que sería más sencillo si naciéramos con un número determinado y todo el trabajo que habríamos que hacer es encontrar el otro igual. Aunque es igual de cierto que entonces haríamos desaparece el poder de la seducción, los pasos previos, los nervios incipientes de las emociones que florecen.

Nos empeñamos en que la pareja perfecta existe. Un caballero de brillante armadura, un príncipe azul que no destiña al tercer lavado. Aquel capaz de hacernos comprender la relativización del tiempo y el espacio. Alguien que nos conquiste desde el respeto, la comprensión y la tolerancia. Que realmente eso debería ser la base de cualquier relación. Pero preferimos centrarnos en hallar la formula exacta para que el héroe del cuento aparezca a rescatarnos cuando ni nosotros mismos sabíamos que necesitábamos alguien que nos proteja y nos diga que todo va a salir ver. Quizás parte del problema reside en que no somos capaces de comprender que lo que buscamos puede estar más cerca de lo que pensamos.


Porque al final los superhéroes no son más que simples mortales dispuestos a hacer cualquier cosa por amor.

Lorena Burcat.

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