jueves, 16 de octubre de 2014

Pasos de gigantes.


Hay días que suponen un antes y un después. Cambios imprevistos que hacen que nos demos cuenta del valor real de tener personas que nos apoyan y nos valoran. Saber que el camino se puede volver tosco y peligroso pero siempre habrá alguien dispuesto a darte la mano y a ayudarte a continuar.

Hoy es de esos días que aparentemente todo esta genial, pero en el fondo necesitas un abrazo, aunque sea a distancia, y que te digan que todo va a salir bien. Pero todo saldrá bien a expensas de nuestro trabajo, ilusión y pasión. Creer que lo valemos es el primer paso para conseguir aquello que nos propongamos,  pero las oportunidades no vendrán a llamar a nuestra puerta por muy idóneos que seamos para ellas.

Hay que ser capaz de crear nuestras propias oportunidades. Ser los constructores de nuestro propio camino de baldosas amarillas hasta llegar al destino preestablecido. No debe ser fácil, yo apenas estoy empezando a trazar el recorrido, pero es fundamental para llegar. Seguramente durante el trayecto viviremos aventuras extraordinarias que poco podíamos imaginar y permitirán que nuestros planes cambien ligera o drásticamente pero eso es lo que hace realmente interesante la vida.

Hemos de abrazarnos a la idea del punto final y trazar el recorrido entre los puntos que son necesarios ir uniendo hasta conseguirlo. Puede parecer un mundo pero en el fondo todo es empezar. Proponernos conseguirlo e ir a por ello. Si nos damos la oportunidad de intentarlo veremos cómo sin darnos cuenta avanzamos a pasos agigantados hasta conseguir nuestros sueños.


Pero lo fundamental, aquello que no podemos olvidar bajo ninguna circunstancia lo más importante es lo que aprendemos durante el camino para poder acabar construyendo un nuevo principio cuando lleguemos a la meta. 


Lorena Burcat.

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