martes, 15 de julio de 2014

Espejos


Me gusta la gente que tiene sentido propio. Que es coherente y consecuente. Aquellos que sabe lo que realmente quieren y van a por ello. Los que se atreven. Los que arriesgan a perder suelen acabar ganando.

En el mundo hay muchas clases de personas. Pero creo que podríamos dividirlos en dos grandes grupos:

1. Las que fracasan hasta convertir la derrota en victoria.
2. Las que una vez ganan no arriesgan por miedo a caer.

Estos últimos se pasan la vida perdiendo. Oportunidades. Aprendizajes. Y hasta a sí mismos. 

Solo depende de uno mismo posicionarse en un lugar u otro. No importa dónde nos encontramos ahora. Los que cuenta es donde queremos levantarnos mañana. 

Soñar es el motor de la vida. Planear es hacer que al despertar los sueños tengan continuación. Duración. Prolongar la sombra de lo que somos. Actuar hasta alcanzar aquello en lo que queremos convertirnos. 

Amarnos es el primer paso para sentirnos en casa allá donde vayamos. Es sencillo.

Aunque si miramos a nuestro alrededor solemos estar más interesados en protestar que en cambiar. Esperamos sentados a que la sociedad cambie para mejorar.  Pero como bien dijo Gandhi, conviértete en el cambio que quieres ver en el mundo.

Creemos que el factor suerte es el que decide. Pero como en el caso de la inspiración  nos ha de encontrar trabajando.

Lo que recibimos es el reflejo de lo que damos. Somos espejos que tenemos aquello que proyectamos. Así que la próxima vez antes de maldecir lo indecible plantéate en qué lugar quieres estar.

Porque querer es poder y cada nuevo día es una nueva oportunidad para alcanzar la libertad.

Lorena Burcat.


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