viernes, 23 de mayo de 2014

Por nosotras.


De finales va la vida. De quemar etapas. Pasar de página. Perdonar y olvidar. Continuar. Reinventarse. Aprender a asombrarse constantemente. Porque sin nuevas ilusiones seremos incapaces de avanzar. Aprender que  hay despedidas forzadas. Que de una mala bienvenida también puede haber un buen final. Dicen que crecer es aprender a despedirse.

Hoy cierro un capitulo. Jamás he creído en las despedidas. Y aunque cuando una puerta se cierra otra se abre, que nadie se extrañe si algún día me marcho simplemente dando un portazo. Me duele decir adiós. Todavía no he aprendido a decir hasta luego. A menudo prefiero desaparecer y algún día mi ausencia se esfumará. Sin dramas. Sin explicaciones.

Hace 50 post empezó la aventura. Y no, no me marcho. Queda mucho por explicar, mucha guerra por dar. Simplemente ayer comprendí la importancia de aceptar un adiós. Aceptar que hemos quemado una etapa. Y lo más importante arriesgarse, aventurarse a el que vendrá.

Estoy preparada. Con las pilas cargadas. Y dispuesta a enfrentarme a los dieciséis con picardía. Por suerte esto no lo voy a hacer sola. Por si las fuerzas y el ánimo decaen. Por si la oscuridad nubla mis sueños. Por si algún día mi sonrisa le da por ausentarse. Para todo ello tengo remedio.

Creía que no era posible encontrar otra igual. Otra loca de la vida, con paradez crónica, de las que corre en contra dirección en cuanto aparece un probable. Tontunas. De las de risa estrepitosa, escandalosa. Que se note que somos felices. Que tenemos sangre. Si era difícil encontrar otra igual imaginaros toparos con tres.



Pero así es la vida. Maravillosa e impredecible. Intensa.

Así que hoy brindo porque sigamos quemando etapas con la misma actitud. Porque nos sigamos riendo de los problemas. Porque sigamos rencontrándonos en ciudades misteriosas. Porque encontremos un unicornio y decidamos quedarnos. Porque apostemos. Porque en cuanto lo hagamos, la victoria será nuestra. Qué coño, por nosotras. Que nos lo merecemos.

Quizás hoy esta melancólica y esta noche necesite una sobredosis de comida india y helado de chocolate. Quizás ni con una comedia absurda se me pase. Quizás sea por eso que todo lo que había escrito hoy no me servía. Quizás simplemente necesitaba deciros que os quiero. Hay tantos quizases que no me lo voy a plantear. Y que este va por vosotras. Porque no estamos tan mal. Porque pase lo que pase me enseñasteis que no estamos solas. 

Gracias por la oportunidad de aprender que aunque sola se puede recorrer el camino de los sueños, en compañía se llega más lejos. 

Lorena Burcat.


No hay comentarios:

Publicar un comentario