martes, 1 de abril de 2014

Es cuestión de confiar.


Y sin darnos cuenta decidimos pasar de página. Saltarnos la barrera de seguridad e ir hasta la última estación. Forzarnos a reír hasta acabar a carcajadas. Porque las lágrimas sirven para limpiar las heridas del ayer. Qué más da quien fue el culpable. Que los errores están para cometerlos. Para aprender de ellos. Para seguir hacia adelante.

La vida nos da oportunidades que no deberíamos rechazar. Volar, sentir, amar. Planear por los acantilados al atardecer. Dejar de maldecir y empezar a florecer.

Porque al fin y al cabo todos acabaremos escribiendo nuestro propio libro. Más intenso o más fugaz. Que todo dependerá de lo que estemos dispuesto a arriesgar. Que los capítulos están para vivirlos, para escribirlos y para entender que nuestra felicidad dependerá de lo que estemos dispuestos a dar. Porque la vida es un espejo. Lo que tú reflejes en él es lo que sucederá.

Así que lánzate al vacío con una sonrisa. Si confías, en pleno vuelo tus alas te harán soñar. 

Lorena Burcat.

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