lunes, 15 de septiembre de 2014

El novio.


Crecí acudiendo a las bodas de mis primas. Vivía cada acontecimiento como si fuera una oportunidad única de sumergirme y ser testigo de un cuento encantado aunque fuera por un rato.

Nunca he creído que la firma en un papel demuestre que dos personas se quieran más o menos pero me encanta organizar eventos y una boda es una oportunidad única para recrear fantasía sin límite.

Cada día hay bodas más diferentes. Momentos que se recuerdan para siempre y que aunque todas tienen el denominador común del amor cada una ha de estar adaptada a la personalidad de los contrayentes.

Normalmente las novias suelen ser el foco de atención. Pero que queréis que os diga, para mi uno de los momentos únicos es la cara del novio cuando ve por primera vez a su futura mujer llegar. Poco más se puede explicar.

Falta mucho, o eso creo, para que un día retransmita mi propia boda. Pero hay cosas que tengo muy claras. Solo hay un mes para hacerlo SEPTIEMBRE. Y de hecho, la luna de miel por anticipado.

Pero empecemos por lo importante: EL NOVIO.

1.       Traje sencillo, azul marino, gris o negro, y pajarita. No hay discusión posible sobre ello.


2.       Que baile. No necesito que sea el típico vals ni un remix hortera. De hecho me encantaría que sonara jazz como banda sonora y que simplemente nos dejáramos llevar entre susurros.


3.       Original. Cada uno es un mundo y por ser el día de la boda no ha de cambiar. Cada uno tienes sus gustos y espero que la celebración en si sea un reflejo de nuestra personalidad.



4.       Diversión. A pesar de los nervios habituales es un día para disfrutar y compartir con las personas que queremos. La sonrisa es un básico en mi vida, así que no podía faltar en esta ocasión.




5.       Confidencias. Porque hay que encontrar momentos para apartarnos de la muchedumbre y crear nuestros propios recuerdos mientras compartimos anécdotas y confidencias.


Creo que a veces centramos tanto la atención en la novia que nos perdemos los nervios, las lágrimas de felicidad y las sonrisas cómplices de los novios.


Cada día tengo más claro que una boda es algo entre dos. Y que no hay nada que defina mejor el amor que una mirada que transmita ilusión.




Lorena Burcat.

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