jueves, 18 de septiembre de 2014

Más allá.


Lena jamás imaginó que acabaría deseando no volver a casa. Supongo que todas historias tienen un principio memorable. Hoy prefiero empezar por el final. Un tanto triste. Un tanto ambiguo. Pero al fin y al cabo un punto y final siempre significa que todo empezará de nuevo en mayúsculas.

Tal vez el error estuvo en aumentar las expectativas, o simplemente tenerlas, con un ente imperfecto.

El café de las diez se acabó convirtiendo en la excusa perfecta para dejar volar la imaginación con el apuesto secretario. Todo empezó con un inocente hola, continuo en una apasionante primera cita en el rio y acabo en boda. Tras ello llegaría la casa de campo, el deportivo, el perro y los tres niños. Vacaciones en Francia, japonés los viernes y visita al museo y pizzería los domingos. La monotonía nunca se hizo presente. La diversión era una constante y la complicidad era una fuente inagotable.

Supongo que aquí viene el típico y recurrente “y fueron felices y comieron perdices”. Pero como ya adelantaba esto no acaba así ni mucho menos aquí.

Ese discreto hola que abriría las puertas a la historia de sus vidas jamás aconteció. No porque no existiera la oportunidad. Cada mañana en el descanso se cruzaban durante unos valiosos cinco minutos que hubieran podido detonar en un cuento de en sueño. Pero…

Siempre existe un pero.

Mateo acababa de acabar con su prometida y aunque no estaba cerrado a una nueva oportunidad era incapaz de ver un poco más allá. Lena en cambio siempre miraba más allá pero cuando se miraba al espejo no veía nada. Se sentía transparente.

A veces todo está predispuesto para que ocurra pero no nos atrevemos a vencer nuestros miedos. Creernos que podemos, que valemos. Todo hubiera cambiado con un simple y escueto saludo y ahora lo único que les une es el silencio en la habitación de la cafetera. Es curioso porque mientras coinciden intentan encontrar a alguien que les haga ir un poco más allá, pero son incapaces de empezar por levantar la vista del suelo.


Lorena Burcat.

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