Llevo días dándole vueltas a lo mismo. Como narices llegamos a ese
punto.
Todo iba aparentemente bien. Nos estábamos conociendo. Nos entendíamos. De maravilla. Congeniábamos. E incluso mis amigas te
adoraban.
Nunca había sido de las que acaban cediendo pero contigo estaba dispuesta a
que te quedaras de visita una larga temporada. Incluso me planteé aprender
sobre tu apasionante trabajo arqueológico. Practicar juntos esgrima.
Divertirnos viendo comedias en francés tú por rememorar tus tiempos pasados viviendo
en París, yo intentando estudiar mi examen de francés.
Divertido, cariñoso y paciente. Debería haber visto desde el principio que
algo fallaba, que algo no andaba bien. Aquel domingo significaba para mí un salto al vacío a lo desconocido. Un
acto de fe conmigo misma. Supongo que no son necesarios los reproches. Ni las pataletas. Simplemente,
digamos, que tú me omitías y yo no me valoré.
Tras tres semanas sigo pensando si lo correcto hubiera sido que lo hubiésemos
hablado. Una conversación coherente y sencilla donde pudiera entender porque
coño todo esto, lo que fuera que estábamos construyendo, había desaparecido en cuestión
de minutos.
Quizás tú ya te lo habías planteado pero no tenías el valor de contármelo. Quizás
yo sabía que esto no iba a durar y aun así me empeñaba en continuar como si
tal.
Sea como fuera desde entonces clamo por una señal con la que decidir si
darme una oportunidad más de preguntarte si volvemos a intentarlo o al menos si
puedes explicarme que es lo que pasó. Porque yo sigo sin encontrarle respuesta.
Hoy se me ha roto el teléfono móvil y con ello he perdido todos los
mensajes y whatts apps. Incluidos los tuyos. Incluido el número de teléfono. Y
he pensado, "ahí está la señal. Se acabó."
Me he angustiado sobremanera por pensar en la posibilidad de no tener la
oportunidad de volver a contactar contigo. Pero he llegado tarde. Lo nuestro
pasó. Fue bonito mientras duro. O lo que sea que se diga en estos casos.
Hace unos minutos el móvil aparentemente roto ha vuelto a la vida y durante
un minuto he podido recuperar algunos contactos. Incluido el tuyo.
¿Es otra señal? Quizás simplemente sea yo que no quiero pasar de página y
que sigo anclada buscando una respuesta a una historia que jamás aconteció.
Así que sigo con la duda de si llamarte o no. Sigo sin saber cuál es la
mejor opción.
Lo que sí que he entendido es que seré yo la que tomé esa decisión. No
podemos dejar en manos de señales del destino las decisiones que afecten a
nuestro corazón.
Lorena Burcat.
M'encanta aquest últim paràgraf. Me l'aplicaré ara, que tanta falta em fa! ;)
ResponderEliminar