Cada día nos enteramos de
noticias fascinantes, descubrimientos increíbles, hallazgos que ayudan a la
humanidad a seguir avanzando. Los periódicos, el telenoticias y las redes
sociales nos permiten acercarnos a puntos lejanos que de otra manera quizás no tendríamos
acceso.
Historias sin rostro que nos
enseñan el poder de vencer. Aventuras sin identidad que nos enseñan a
equilibrar el peso de nuestros pensamientos para identificar donde queremos
llegar. Detrás de cada titular, imagen o noticia existe la realidad de alguien.
Aventuras personales o colectivas capaces de marcar un ante y un después.
No hay nada mejor como vencer
nuestros propios miedos para lograr alcanzar nuestros sueños. Nada más bonito
que ser capaz de que con nuestra actitud podamos inspirar a otros a continuar
el largo e intenso viaje de la vida.
Aunque lo de largo es relativo.
No podemos afirmar que mañana continuaremos el recorrido. Quizás desistamos. Quizás
decidamos cambiar de rumbo, volver a empezar. Quizás creamos que no hay más razón
para seguir persistiendo por nuestros objetivos.
Aunque también existe la cara B.
Aquella cara que nunca nos atrevimos a escuchar por si no encajaba con nuestros
planes. Un plan desconocido pero que al aventurarnos a descubrirlo reconocemos
el valor de atrevernos a volver a empezar.
Hay anécdotas escalofriantes de
personas que al no tener nada más que perder consiguen lograrlo todo. Historias
relevantes de personas anónimas que remontan sus propias miserias con el
objetivo de seguir en este camino aunque sea por un día más. Gente que inspira,
que te enseña lo poderoso que puede ser creer en nosotros mismos aunque nos
encontremos en medio del desierto perdidos.
Porque al fin y al cabo lo que
nos hace grandes es levantarnos tras cada caída. Lo que nos hace grandes es que
en cada fracaso somos capaces de identificar la victoria escondida que nos
ayuda a continuar.
Lorena Burcat.
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